Hoy voy a explicar detenidamente el por qué del título de la entrada. En la clase teórica del lunes, vimos qué ocurre con el "arte infantil" antes y después de la Primaria. Lo pongo entre comillas porque realmente, un niño no pretende hacer arte, si no que refleja su pensamiento, sus emociones...
Además, su "arte", nos puede ayudar a conocer mejor al niño, a profundizar en su pensamiento.
Una de las ideas que más se recalcaron fue la estética de los adultos, pues no se puede comparar el grafismo de un niño con el de un adulto; ni se puede comparar los grafismos entre niños, porque cada uno tiene un modo diferente de expresarse, de ver las cosas, de interpretar el contexto, de comprender las situaciones...
Por todo ello, lo más importante siempre será promover la motivación.
Tras esta primera aclaración, Florencio nos introdujo el concepto de etapa evolutiva. Os lo presento a través de mis apuntes cogidos en clase en vivo y en directo.
Al final del folio hablo sobre Lowenfeld y Lambert; su obra (1957), "Desarrollo de la capacidad creadora", en la que nos hablan de seis etapas presentes en el desarrollo gráfico-plástico del niño:
Los cuatro primeros peldaños que aparecen a la derecha de la imagen, son fruto de una evolución natural, es decir, es innato; mientras que, los dos peldaños siguientes, necesitan ser enseñados y seguirá unos cánones culturales.
Pero, no debemos olvidar que la actividad del dibujo responde a una necesidad del niño y, por ello, debe respetarse su ritmo. Además, las etapas marcadas no deben ocurrir al pie de la letra, pues la edad mental es diferente en cada individuo. Pero sí que se sigue el orden marcado.
1. Etapa del garabateo (2-4 años):
En esta etapa lo más importante es la actitud del maestro, en los valores, inquietudes, emociones... que le transmita al niño.
Tenemos 3 tipos de garabato, dependiendo de la edad:
- Garabato sin control (14-15 meses): este garabato es desordenado, son trazos impulsivos, sin sentido. Para ello, el niño utiliza todo el brazo, y los realiza mirando hacia otro lado porque no hay control visual.
El niño maneja el útil de escritura de diversas formas: de lado, con el puño cerrado...
En esta etapa, el niño se divierte garabateando, dejándose llevar por sus sentimientos y emociones de ese momento.
- Garabato controlado (a los 6 meses de comenzar a garabatear): el niño comienza a asociar sus movimientos con el grafismo resultante, dándose cuenta de que el ojo guía su mano (conexión viso-manual). Gracias a esto, el niño siente una mayor motivación ante el dibujo.
Además, este paso es muy importante para su desarrollo psicomotriz, sobre todo en el ámbito de la escritura.
En esta etapa, los trazos son más largos y les comienzan a preocupar más los colores. A su vez, comienzan a encontrar relación entre lo que dibujan y lo que les rodea, pero los trazos siguen teniendo diversas direcciones.
Cerca de los tres años, el niño es capaz de interrumpir el movimiento de forma voluntaria y de realizar formas cerradas y cruces.
Es muy importante el reconocimiento positivo de sus dibujos por parte de los adultos.
- Garabato con nombre (alrededor de los 3 años y medio): se trata de una etapa de gran transcendencia para el niño; asocia sus dibujos con objetos de la realidad que le rodea, tiene una intención representativa, pero sólo él es capaz de reconocer lo que ha dibujado (e incluso, le da nombre).
Además, aparece la función simbólica del grafismo, el niño puede decir qué es lo que va a dibujar antes de empezar, pero es frecuente que cambie de nombre mientras trabaja o una vez terminado el dibujo.
Otras veces, puede ir describiendo lo que dibuja para sí mismo, sin necesidad de que nadie le escuche o entienda.
Utiliza los colores para reforzar lo que representa.
A lo largo de la etapa del garabateo, el grafismo manda sobre el lenguaje.
El lunes llegamos hasta aquí; empezamos a hablar un poco de la siguiente etapa, pero como no la terminamos, prefiero contárosla en otra entrada, ¡que esto merece la pena!
Así que... ¡Hasta la próxima y feliz tarde!
"La creatividad no es una cualidad de la que sólo estén dotados los artistas y personas de su misma vocación, sino que debe considerarse como una actitud que puede poseer y realizar cualquier tipo de ser humano"
E. Prom