lunes, 9 de marzo de 2015

EL LENGUAJE DE SU PENSAMIENTO II

En la última entrada os hablé de las etapas que Lowenfeld y Lambert desarrollaron sobre el desarrollo gráfico-plástico del niño, pero solo desarrollé la primera de ella porque era la que vimos en clase con más detenimiento.
Hoy hemos tenido clase teórica, y hemos terminado de ver las seis etapas marcadas. Así que, ¡vamos a verlas!

1. Etapa del garabato (2-4 años) (entrada anterior)

2. Etapa preesquemática (4-7 años):
Una vez alcanzada esta etapa, los garabatos comienzan a desaparecer y, sus movimientos circulares y longitudinales empiezan a ser formas reconocibles. Ahora, el niño es capaz de dibujar lo que sabe.  
Existe un realismo intelectual. 
A esta edad, es muy común la representación del YO debido al egocentrismo que presentan. 

Además, aparecen el renacuajo como primera forma de representación de la figura humana; se dibuja a la persona con un círculo por cabeza y con dos líneas verticales como piernas. 

Representación con renacuajos

Otra característica de esta etapa, es la existencia de la creación consciente de las formas, pero, el niño aún no es capaz de ordenar los objetos en el espacio; y por ello, lo representan flotando. 

El color es algo secundario, no tiene relación con la realidad, es un uso emocional.

Al trabajar con niños que se encuentran en esta etapa, es recomendable evitar el relleno de espacios prefijados, para no limitar su imaginación y expresión. 


3. Etapa esquemática (7-9 años): 
El niño empieza a trabajar con el conocimiento que él tiene de las cosas, y esto da lugar a: 
   - Esquema repetido pero flexible, parte de su idea para representar los objetos y la realidad. El esquema se repetirá siempre y cuando no haya cambios que provoquen modificaciones de esa visión.
    - Estereotipos: copia de todos los objetos y elementos que constituyen la realidad. Esto puede limitar el desarrollo de la imaginación del niño. 
Los elementos suelen estar representados en hilera, unos al lado de otros.

Dibujo de un niño de 6 años

El esquema humano es algo muy personal, es reflejo del desarrollo del niño. A lo largo de los años, se van produciendo variaciones en la forma de representar la figura humana. 

Además, son capaces de trabajar con esquemas de espacio-tiempo, ubicando los elementos en la línea base y en la línea del cielo. 

Representación de la línea base y de la línea del cielo

Más adelante, aparece una segunda línea base, dando un paso hacia la perspectiva. 

Aparece la segunda línea base

Comienza a establecer relaciones entre lo representado y el color. Tiene tendencia a la miniaturización.
Como hemos dicho anteriormente, el niño dibuja lo que sabe (lo que él ve); esto explica sus representaciones en transparencia o "rayos x", en los que se puede ver a las personas que viajan dentro de un coche. 



4. Etapa comienzo del realismo (9-11 años):
El niño sigue evolucionando, por lo que es muy importante el cómo le enseñemos a ver. 
Se trata de una etapa crítica, el niño adquiere la conciencia de pertenecer a una sociedad, de pertenecer a un grupo de personas con características semejantes: la pandilla.
Aún no son capaces de representar la perspectiva. 

Comienza la obsesión por el movimiento. Van incorporando un nivel de detalles mucho más preciso y muestran una mayor conciencia y sensibilidad por el medio ambiente. 

Las formas se vuelven cada vez más objetivas; adquieren el sentido de los detalles, pero aún no aparece la intención de dibujar sombras, arrugas...

En cuanto a la representación de la figura humana, les empieza a interesar la expresión de las características propias de cada sexo. 


Expresión de las características propias de cada sexo


La línea base empieza a desaparecer, y descubren conceptos como el de superposición. Además, el sentimiento afectivo que el niño tenga hacia el elemento que represente, quedará visible en el dibujo. 

5. Etapa pseudonaturalista (11-13 años): 
En esta etapa comienza a percibirse la crisis de la adolescencia. Si el niño es capaz de hacer algo personal desde el punto de vista plástico, es porque ha recibido algún tipo de ayuda (taller de dibujo, motivación familiar...).
Se pasa de una actividad espontánea a una actividad razonada y autocrítica. En ocasiones, el niño esconde lo que ha dibujado. 

Otra característica que tiene lugar en esta etapa, es que el niño comienza a expresar el espacio en sus cualidades tridimensionales, buscando la profundidad y las proporciones. 

Hay una tendencia a la caricatura. Se exageran las características sexuales y proyecta su personalidad en los dibujos de la figura humana (con muchos detalles).


El niño se vuelve críticamente consciente de su trabajo, su atención está más centrada en el producto final que en el proceso y tiene un gran sentido intuitivo del color y del diseño.
Experimentan nuevas técnicas creativas, dando lugar a diferentes tipos de obras:
        - Representativas de la realidad
        - Interpretativas o expresivas de esa realidad 
        - Abstractas

6. El periodo de la decisión (13-17 años): 
Etapa caracterizada por:
       - Interés por las artes visuales
       - Conocimiento del arte
       - Imitación de formas y estilos artísticos
       - Perfeccionamiento de las técnicas artísticas

Solamente las personas con interés, serán capaces de avanzar en el campo artístico. 

Se perfilan dos tipos de expresión artística:
· Los niños de mentalidad emocional o subjetiva (tipo háptico): 
       - Expresa sus emociones y sentimientos
       - Sus dibujos no forman un todo homogéneo
       - En sus trabajos todo está en función de su yo
       - Tiene tendencia a las exageraciones



· Los niños de mentalidad visual u objetiva (tipo visual): 
        - Piensa en términos de imágenes visuales
        - Ve primero el total de las cosas como conjunto
        - Se relaciona con el medio a través de los ojos



Hasta aquí las etapas del desarrollo gráfico-plástico. Espero que os sirvan de ayuda, o que despierten vuestra curiosidad sobre el tema...

¡Feliz inicio de semana!



"Es propio de aquellos con mentes estrechas, embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza". 
Antonio Machado


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